viernes, 8 de julio de 2011

REALIDADES DIFERENTES, INJUSTAS REALIDADES

Desde el lunes, después de nuestro fin de semana de relax, no hemos parado de ir de acá para allá conociendo escuelas, niños, directores, y haciendo mil y una entrevistas… y lo mejor… en español!!!! Una de nuestras labores encomendadas va a ser desarrollar el programa de becas (lo que podría ser un programa de apadrinamiento de estudiantes) que la Asociación LZ Cuatlimayán viene llevando a cabo desde hace 2 meses.


Este proyecto nace de la ilusión y entrega de los miembros de la Asociación por tratar de ir cambiando poco a poco GUATEMALA a través de la educación y la cultura. Es un programa que quiere integrar, no solo las ayudas económicas para los estudiantes y sus familias, sino también trabajar un enfoque de sensibilización y cambio. Se pretende crear un programa donde a través de la educación y socialización se pueda tratar de cambiar la mentalidad, motivación y autoestima de la población guatemalteca. Actualmente trabajan con 24 estudiantes becados, que reciben una cantidad de 250 quetzales mensuales (unos 25 euros aproximadamente) en principio destinados a su educación, desarrollo y futuro. Los niños están repartidos en diferentes zonas y tipos de escuelas, que nosotras hemos ido conociendo a lo largo de la semana, y poco a poco nos hemos ido adentrando en realidades aterradoras e injustas, pero que en lugares como estos, entran dentro de la normalidad.




Kevin, niño de 14 años, vivía con sus padres y tres hermanos pequeños. La madre, prostituta en un burdel, la matan de un tiro en uno de sus espectáculos. El papá. alcohólico y ladrón, termina en la cárcel. Los 4 niños se quedan con la abuelita, quien no tiene trabajo ni manera de sacar a los nietos adelante. Gracias a un vecino, consiguen hacerse con un localcito para vender tortillas en el mercado, y de esa manera ir sacando algo de dinero. Kevin, con sus 14 años, buen estudiante a pesar de todo, se encuentra en la edad y momento clave para ser un buen candidato a entrar en pandillas o maras. Con su situación familiar, no puede acudir todos los días a la escuela por ayudar a su abuelita en el mercado. Desgraciadamente, este mercado en su lugar frecuentado por mareros, que comenzando con pequeños encargos, podrían atrapar la atención de Kevin fácilmente. Podrían comenzar pagándole unos centavos por llevar un paquete a un lugar determinado, y así, poco a poco, entraría a formar parte de sus bandas, sin apenas darse cuenta, y sin marcha atrás. En este caso, el objetivo con este niño sería que Kevin, a través de esa ayudita mensual, no tuviera que andar yendo al mercado con su abuela, y de ese modo orientar su futuro hacia una vida alejada del pandillismo, violencia y muerte asegurada.





Ejemplos como este, habremos conocido más de 15 en estos días, sólo en 3 días…violaciones entre familiares, muertes a sangre fría, maltratos físicos y psicológicos…en fin… con el corazón en un puño continuamos, con ganas e ilusión, para que al menos estos niños elegidos, puedan tener un futuro digno, y al menos podamos darles una alternativa a la violencia, que en Guatemala es una pandemia, se extendió por todo el país, y forma parte de la vida de todos y cada uno de sus habitantes.





1 comentarios:

Blogger Esther ha dicho...

Que realidad tan cruda Irene. Éspero que estéis bien.
Me gustaría que contarás más especificamente cuál es el proyecto y el fin que persigue la asociación y cómo llevan a cabo la financiación.
Besos mil

8 de julio de 2011, 7:57  

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